Hazte un gran favor, deja la crítica. Esta práctica es considera una de las más dañinas sin embargo se ha convertido en deporte nacional en muchos países, resulta ser hasta irónico pues las personas a las que criticas están ocupadas en criticar a alguien más.
¿Sabías que la crítica deforma de los huesos y malogra las articulaciones?
Tal vez conoces alguna persona mayor que ha criticado mucho durante la mayor parte de su vida, observa sus manos las encontrarás deformadas. No contribuyas creando caos, mejor fíjate en lo que deseas y lleva tu atención a ese objetivo en particular, avanza libremente y cuando estés con personas que le gusta criticar simplemente aléjate con respeto pues ellos tienen su propia historia.
Hazte un gran favor, sigue creciendo.
Edúcate cada vez que puedas, no pongas excusas como el dinero pues en internet tienes a tu alcance muy información. Hay cursos, talleres y seminarios gratuitos de los cuales puedes sacar provecho. Crece a nivel profesional y humano pues ambos van de la mano, es muy triste ver cuántas personas tienen maestrías y doctorados y ni siquiera saben dar “gracias” o pedir “por favor” de nada vale tanto título.
Hazte un gran favor, vive en armonía.
Conforme la sientas y practiques podrás reflejarla en el mundo, la desarmonía da lugar al caos y estamos en constante lucha con el resto cuando lo que necesitamos es todo lo contrario para evolucionar como sociedad, como país y hacer del mundo un lugar más “habitable”.
La armonía siempre magnetiza, atrae orden y paz. Como sugerencia no te despiertes ni te acuestes escuchando noticias, lamentablemente sus contenidos solo venden desgracias e inseguridad y esta información se graba en tu inconsciente para luego ser manifestada en tu día.
Es por esa razón que en ocasiones no sabemos por qué estamos de mal humor o discutimos sin razón, fuera de ir creando más miedos y desconfianza creyendo que el mundo es un lugar hostil. Intenta sonreír más veces al día y si lo haces con extraños mucho mejor.
Hazte un gran favor, se feliz contigo mismo.
No hay nada más terrible que pasarte la vida y no conocerte, Sócrates dijo: Conócete a ti mismo. Es imposible vivir una vida plena si desconocemos nuestra luz y nuestras sombras también.
No esperes que otra persona “te haga feliz” esto no existe, pues estarías cediendo el control de tu felicidad a un tercero y esto es un acto de irresponsabilidad y falta de amor propio.
Disfruta de tu propia compañía tanto que te vuelvas un vanidoso sano y luego que hayas tomado conciencia de todo lo que eres capaz y eres recién ahí compártelo con una pareja.
He observado a muchas personas llevar diversos tipos de cursos de desarrollo personal donde te “ayudan” a ser felices y realizarte los cuales son sumamente costosos, les funciona por un período de tiempo pero después vuelven a sentir tal desorden a veces peor que al inicio.
¿Qué sucede ahí? Se mueve mucho la parte psicoemocional, es necesario un buen soporte psicológico ya que avanzar implica también mirar al pasado, sanar heridas, perdonar, aceptar, etc. En ocasiones se mira directamente a esas “sombras” las cuales deben ser trabajadas con mucha responsabilidad.
Hazte un gran favor, practica la bondad.
El Dr. Richard Davidson, Neuropsicólogo e investigador en neurociencia afectiva ha realizado estudios con la bondad y cómo afecta positivamente nuestro cerebro. Etimológicamente este vocablo proviene del latín “bonitas” derivado de “bonus” que significa bueno y el sufijo “tat” que al ser pasada al idioma español se convierte en “dad” que significa “cualidad”.
Por lo que la bondad es el atributo de ser “bueno” entonces vamos a volvernos “personas bondadosas” que sientan un gran amor por todos los seres humanos sin importar su raza, creencias, sexo, etc. No aumentemos fronteras ya hay muchas, mejor nos abrazamos con respeto y libre de prejuicios.
Seamos compasivos y respetuosos con los animales, enseñemos con el ejemplo a las generaciones venideras, pues un hombre que ama a un animal es buen ser humano y por ende estará bendecido por sus actos. La bondad nos invita al perdonar ofensas y liberarnos de culpas con más facilidad, lo que no significa seguir al lado de personas que te lastiman.
"La grandeza de una nación y su progreso moral puede ser juzgado por la forma en que sus animales son tratados." Mahatma Gandhi
Hazte un gran favor, cierra ciclos.
Cuando se mantienen abiertos pueden ser tan nocivos y tóxicos que perpetuamos el sufrimiento lo que nos hace enfermar mental y físicamente. En ocasiones sucede que no podemos hacerlo solos pues no sabemos por dónde empezar, siempre existirá una persona que te quiera bien y te apoye.
Hay relaciones afectivas que ya terminaron y en ocasiones nos empeñamos en querer que continúen por carencias o traumas del pasado, amistades que caducan, trabajos que dejar, mudanzas que realizar, lugares que dejar. Recuerda siempre tratarte con mucho amor y respeto esto es clave, si hay personas involucradas agradece su presencia y dejarlas ir.
Hazte un gran favor, mantén la Fe.
Hay momentos en que parece que no hay ninguna salida y todo “nos pesa mucho”, sin embargo con una fe activa y confiando siempre en la fuerte universal (cualquiera que sea tu idea de Dios) es cuando todo empieza a manifestarse y suele ocurrir algo que muchos llaman milagros…
Agita con fuerza las campañas como lo hizo Josafat, para que recuerdes que eres parte de una inteligencia divina la misma que jamás te abandona.
Hazte un gran favor, sé ejemplo vivo.
Si deseas ver cambios a tu alrededor empieza primero por ti mismo, discúlpate cuando cometas un error, abandona ese orgullo sin sentido, mantén tu palabra ante toda situación adversa recuerda que en ella radica tu imagen y actos. Trata a todos con respeto como si todos fueran tu padre o madre.
Muestra tu tristeza cuando lo necesites recuerda que eres humano y tienes derecho a expresarte. Por tanto, recuerda quien siempre marca la diferencia es aquel que predica con el ejemplo, en síntesis parafraseando las palabras del cantautor: “Seamos verbo, no sustantivo”
"Mucha gente pequeña en lugares pequeños haciendo cosas pequeñas puede cambiar el mundo." E. Galeano
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