La ciencia de la felicidad (segunda parte) 

La sociedad y cultura nos dice que la manera de ser competente en una persona o ser una buena persona es acumular dinero. Por citar un ejemplo, si bien, en Estados Unidos, el crecimiento económico ha sido notable, a tal punto que en el país ha habido un nivel de desarrollo financiero, empresarial e...
Miguel Ángel Salcedo Ugalde
Publicado el 18-03-2017 a las 06:24

La sociedad y cultura nos dice que la manera de ser competente en una persona o ser una buena persona es acumular dinero. Por citar un ejemplo, si bien, en Estados Unidos, el crecimiento económico ha sido notable, a tal punto que en el país ha habido un nivel de desarrollo financiero, empresarial e industrial, en el que el PBI se ha convertido en uno de los más altos a nivel mundial y que en teoría se redujo la pobreza y existe mayor capacidad de dinero y consumismo.

Introducción

A pesar del crecimiento económico, las encuestas de percepción de la felicidad arrojan resultados donde indican que la felicidad se ha visto estancada, a pesar que las personas viven en casas más grandes, tienen más autos y pertenencias. ¿Por qué sucede éste fenómeno? Aquel que diga que “el dinero no compra felicidad” debería hablar con una persona que vive debajo de un puente.

Y aquel que diga que “el dinero compra la felicidad” debería hablar con un jeque árabe. Ninguna de estas afirmaciones son ciertas, debido a que el dinero puede comprar la felicidad para responder a situaciones de quedarte sin hogar o saber cuál será tu próxima comida, en estos casos tu felicidad puede cambiar de forma espectacular.

Pero, una vez cubiertas las necesidades básicas, el dinero no parece comprar más felicidad. La rueda del hedonismo indica que ante cualquier nivel de riqueza o bienes materiales que tengas, te adaptas a él y siempre quieres más. La adaptación hedónica es uno de los principales enemigos de la felicidad.

El ejemplo de Japón

Un ejemplo que responde al párrafo anterior, es lo que sucede en Japón. En el Estado nipón aparece un fenómeno que preocupa demasiado a sus autoridades, puesto que es considerado como uno de los países industrializados más ricos, pero presentan los menores índices de felicidad en su población. Una explicación que nos dará mayores luces a esta anomalía, es la siguiente:

Después de la segunda guerra mundial, el país quedó devastado, entonces las autoridades y la sociedad en conjunto decidieron que toda la fuerza laboral se enfoque en reconstruir el país desde cero y durante décadas hicieron hincapié en el crecimiento económico y la prosperidad por encima de todo y se convirtieron en uno de los países más prósperos del mundo.

Sin embargo, estos logros se han pagado a un precio terrible. Un conocido y peligroso fenómeno está ocurriendo en el país. La gente trabaja tantas horas y soporta tanto estrés que, literalmente, trabajan hasta la muerte. Se ha vuelto tan común y tantas personas han muerto que incluso tienen una palabra para ello “Karoshi”. Este estilo de vida tóxico lleva a registrar niveles bajos de felicidad.

Bután

Por el contrario, Bután, un país ubicado al sur de Asia, está tomando un camino diferente, si bien, su economía es incipiente, donde uno se espera que las políticas de estado se encuentren orientadas hacia el crecimiento económico del país al igual que los países en desarrollo.

En este pequeño país, existe un Ministerio de Felicidad (el único en el mundo), pues piensan que durante el proceso que atraviesan los países para crecer en materia económica, pierden su identidad, su cultura, la preocupación por su ecosistema y por los seres humanos.

Por tal motivo, crearon la Felicidad Nacional Bruta que pretende de maximizar la felicidad nacional bruta y averiguar qué es lo hace feliz al pueblo, este indicador es responsabilidad del gobierno con el fin de crear un entorno donde los ciudadanos puedan ser felices

En este país, valoran a la comunidad y a los miembros que la integran, promueven ideologías de paz y tolerancia además, de conservar y promover el aspecto espiritual y holístico, mantienen su tradiciones y monasterios, las escuelas son pagadas y protegidas por el estado.

Se inculcan valores relacionados al cuidado del medio ambiente, en el que se respete el espacio natural y se aprenda a convivir con él, además de lograr un equilibrio con éste.

Dinamarca

En Dinamarca sucede algo similar. Ésta nación es conocida por sus niveles de igualdad social y altos niveles de vida. Todos los daneses disfrutan de educación gratuita hasta la universidad y de servicios de salud cubiertos por el estado.

Pero, lo que supone una identidad y una marca distinta en este país, es el gran número de habitantes viviendo en las denominadas “Cooperativas de Vivienda Comunitaria”.

En estas cooperativas varias familias habitan en una misma parcela o incluso en un mismo edificio, donde ciertas tareas y beneficios son compartidos por todos.

A raíz de la experiencia de estas realidades, aparece un componente magnífico que nos provee felicidad. Son las relaciones interpersonales sanas o los vínculos con otras personas cercanas, con las que podemos vivir en comunidad o compartir actividades en común, ideas o gustos, donde se cuidan unas a otras y sobretodo, el funcionamiento del grupo humano descansa en el respeto y la solidaridad.

No importa, si tienen recursos modestos y no ostentan grandes riquezas, la felicidad siempre estará presente, si contamos con familia amigos o pareja, que nos dan felicidad, desde su propia existencia hasta los momentos y vivencias memorables con otros individuos. Si el grupo está bien, yo estoy bien.

Conclusión

En conclusión, existen dos conjuntos de valores o metas que nos conducen o nos hacen felicidad. Factores extrínsecos e intrínsecos. Por un lado, los extrínsecos, relacionado o enfocados a los aspectos externos de uno mismo, centradas en la recompensa, alabanza, conseguir dinero (éxito financiero), imagen (imagen corporal adecuada), fama (status o popularidad), etc.

En contraste, los factores intrínsecos tienen que ver con las necesidades psicológicas internas, tales como el crecimiento personal (tratando ser lo que realmente soy), relaciones interpersonales (tener una relación cercana conectada con amigos y familiares) y un sentimiento de comunidad (el sentimiento de querer ayudar a que el mundo sea un lugar mejor.

Estudios señalan, que un número importante de personas orientadas hacia el dinero, status e imagen reportaron estar menos satisfechas consigo mismas, experimentaban más depresión y se sentían más ansiosos. Por otro lado, las personas orientadas a lo intrínseco manifestaban mayor felicidad.

Si bien los ejemplos mencionados aluden a otras realidades; sin embargo, debemos de recoger estas experiencia con el objetivo de internalizarlas, difundir y romper paradigmas en nuestra sociedad, en que la se reinvente y se centre en que la humanidad necesita de un objetivo superior para su desarrollo.

La felicidad es una de las funciones esenciales del ser humano y no debe considerado un lujo, sino un deber ponerla en práctica y transmitirla.

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Comentarios
Paula Paola Ventura Luna
Paula Paola Ventura Luna
Dinamarca suele ocupar el primer puesto. Uno de los motivos podría ser el concepto de bienestar que los daneses resumen en una simple palabra: "hygge”.
José Pérez Reyes
José Pérez Reyes
Si hubieran mas Ministerios de Felicidad, el mundo seria diferente, gran ejemplo!
José Pérez Reyes
José Pérez Reyes
Son muchos los pensadores que a lo largo de la historia han reflexionado sobre los secretos de la felicidad y cómo conseguirla. El mejor Filósofo de todos los tiempos Sócrates "El secreto de la felicidad no se encuentra en la búsqueda de más, sino en el desarrollo de la capacidad para disfrutar de menos".