En el vasto y cada vez más influyente mundo de los videojuegos han nacido sagas y franquicias que hasta hoy en día siguen logrando captar más fans acérrimos que esperan por nuevas entregas.
Ejemplos como Street Fighter, Super Mario, Megaman y el que nos ocupa hoy: Castlevania, que nos ha entregado tanto, que muchos programadores vuelven al mismo y se ha hecho una nueva moda.
Detrás de
En los ayeres de los ochenta, después de la revolucionaria propuesta de Nintendo con la primera entrega de Super Mario, al implementar el diseño de niveles y el scroll lateral, el género de plataformas explotó con vastas propuestas de muchas compañías.
Creando interesantes variantes de la fórmula, implementando nuevos movimientos rápidos como lo hizo Ninja Gaiden, disparos veloces y ágiles movimientos como lo hizo el videojuego Contra, o tal vez la innovadora mecánica de armas múltiples como lo propuso Megaman. Pero quien destacó en verdad fue la saga Metroid, dándole nombre a este diseño.
Fue así como en 1986 llegó una era donde Konami, una empresa de videojuegos, destacando con la entrega del juego Contra, siendo ahora el turno de recibir un contenido icónico y diferente. Basándose en las películas clásicas de terror y el emergente cine de monstruos y, aunque aún utilizaba los limitados recursos gráficos de la época, crearon de forma acertada una atmósfera de inquietud y terror muy única, sobre todo para lo que se hacía en esos tiempos.
Argumento
En esta ocasión nos encontramos en el año 1691. Drácula, el Rey de las Tinieblas, se ha alzado desde el reino de la muerte para vengarse de Transilvania y del mundo con su horda demoníaca de criaturas. Siguiendo la tradición familiar, un héroe se levanta en busca de acabar con los monstruos y proteger a la gente inocente. Ese guerrero curtido y preparado para la batalla es el jugador, Simon Belmont.
Experiencia
Pero no solo apreciamos aportes en lo gráfico, sino también en lo mecánico, y a diferencia de otros juegos el movimiento de nuestro personaje es rígido y en primera estancia algo tosco.
El salto no es dirigido por lo que debemos de pensar bien nuestras caídas, ya que al recibir ataques enemigos, el impacto nos empuja, lo cual en situaciones especiales puede terminar con nuestra muerte al caer en un abismo, pero lo más importante es que nuestro protagonista Simon Belmont no usa sus saltos o disparos para acabar con los terrores nocturnos.
Si no el emblemático y ya característico látigo Vampire Killer, un arma que no puede ser disparada sin más, ya que al usarlo nos deja un breve periodo en el que nos deja e a los ataques enemigos, lo que en conjunto nos da un gameplay más pausado pero más estratégico y preciso como un combate de samuráis, algo completamente refrescante para su tiempo.
La combinación de las mecánicas ya nombradas unidas a un uso de objetos ocasionales como las variadas armas secundarias y el calculado y cuidado diseño de niveles y desafiantes jefes construyen en conjunto una experiencia difícil pero adictiva que invita a rejugar y redescubrir el juego una y otra vez.
Esta premisa fue lo suficientemente efectiva para que otras franquicias la adoptaran y replicaran con nuevas ideas, algo que hizo que la misma Konami descubriera el enorme potencial de la franquicia que tenía en sus manos, tratando de desarrollar todo su potencial con nuevas ideas en múltiples secuelas.
Lo interesante de Castlevania es que, si bien mantiene su concepto y ambientación, no teme a cambiar las cosas. En su primera secuela introduce, aunque sea de forma atropellada, elementos que definirán en un futuro el género metroidvania, como la exploración, el uso de artefactos y mapas no lineales, el empleo de varios personajes y tener a disposición varios finales, el perfeccionamiento del control de Castlevania 4, lo complejo de Rondo of Blood y Bloodlines, además de un aspecto que ha acompañado de forma activa y genial a la franquicia hasta sus últimos días como lo ha sido su impresionante música.
Castlevania ha sido de las pocas franquicias junto con Legend of Zelda o Super Mario, que tiene dos vertientes muy marcadas, aunque comparten elementos en común. Los “Clasicmania”, de donde vienen desde el primero hasta Bloodlines, y los metroidvania, que vienen después del aclamado Super Metroid. Estos últimos integran elementos RPG como subida de nivel, cambio de equipo, diversidad de armas y progresión con base en habilidades que fomentan la exploración y el backtracking (volver por áreas que ya pasaste) que son elementos que fomentan el coleccionismo y la rejugabilidad.
Desde la salida de Castlevania: Symphony of the Night, nos trajo la combinación de elementos clave como su música de otro mundo, un innovador gameplay, asignó carisma a sus personajes y desarrolló un impresionante arte pixelado que contó con el apabullante apartado artístico de Ayami Kojima.
Los juegos posteriores fueron más conocidos y exitosos, pero a diferencia de sus vertientes tipo Clasicmania, estos fueron muy continuistas siendo criticados de repetitivos, pudiendo mencionar a Circle of The Moon, Aria of Sorrow, entre otros hasta culminar con el recordado Order of Ecclesia.
Al final de esta etapa se dejó de hacer juegos en ese formato y se instó a probar cosas nuevas y extrañas como lo es Castlevania Judgment o la saga de Lord of Shadows, que hasta hoy en día siguen vigente y son lo último que nos ha entregado la franquicia.
Paso de los años
Como la mayoría de las compañías de videojuego exitosas, Konami ha decaído con los años y licencias famosas como Metal Gear o Silent Hill fueron desapareciendo con el tiempo, y prácticamente casi no hacen juegos con la frecuencia comparado al pasado.
Los fans de corazón no olvidamos esos desafíos, aquellos viajes legendarios por mazmorras, cuevas y bosques tratando de encontrar y derrotar a las criaturas del mal para traer la paz a nuestra tierra.
Extrañamos las horas invertidas farmeando objetos o derrotando a jefes complejos, el compartir con amigos en nuestros equipos y estrategias, todo eso y más son cosas que mantienen a la base de fanáticos de la Saga Inmortal viva a pesar de los años y eso se ha notado y ha sido escuchado.
Obras como la serie de Netflix, o las versiones de los juegos clásicos remasterizados (readaptadas con gráficos modernos) o hasta la Dominus Collection son elementos que mantienen el interés del público por nuevas aventuras del más famoso clan de cazavampiros , e incluso la influencia es tanta que franquicias como Hollow Knight , Guacamelee o Blasphemous han tomado mucha inspiración elementos de su gameplay o estilos y lo han llevado a un nuevo nivel.
Opiniones
En resumidas cuentas, Castlevania aunque no ha sido la saga más exitosa o la que venda más, desde sus inicios ha tenido un sello personal tan marcado de corazón y alma que ha perdurado con los años y lo único que ha hecho es ser aún más fuerte con el tiempo.
Generó una identidad tal que ni los mismos desarrolladores de videojuegos modernos pueden olvidar y aún hoy en día es reverenciada y homenajeada en múltiples títulos, una saga que junto con Metroid son los responsables de crear uno de los géneros más importantes del sector independiente.
Incluso estudios aún más grandes, y por eso y más solo me queda declarar con fervor mi amor y la nostalgia que me provoca buscar experiencias que me transmitan emociones parecidas, y también la expectativa por adquirir nuevos productos, pero por sobre todo, nuevas experiencias.