La franquicia de Warhammer 40 000 es famosa, hoy hablaremos acerca de los personajes más relevantes de la historia y protagonistas: los Primarcas Leales, hijos del Emperador de la Humanidad, así como de sus Legiones. Los más grandes héroes y defensores de la raza humana.
Lion El'Jonson
El primer Primarca y la Primera Legión, los Ángeles Oscuros, fueron literalmente el modelo base para los demás Primarcas y Legiones, siendo estas últimas variantes de ellos.
Fueron conocidos por ser la élite entre los Marines y por el uso de armas de la Era Oscura, y además por ser discretos. Esta reserva era muy importante, debido a que no eran conocidos por participar en grandes batallas, sino que exterminaban enemigos tan aberrantes y no dejando ni un solo rastro de ellos, evitando que alguien pudiera saber que existieron.
Hasta hoy en día, la Legión de los Ángeles Oscuros sigue manteniendo una gran discreción, a tal grado de matar a todos los testigos, incluyendo a otros Marines e incluso atacaron a los Custodes para mantener ocultas sus operaciones, actos que se consideran al borde de la herejía.
Lion tenían una semilla genética bastante estable y su Legión solía ser una de las más numerosas, pero los enemigos que enfrentaron fueron tan atroces que diezmaron a muchos de los suyos.
Lion también era conocido por luchar de forma tan salvaje como un león y su aura intimidante, la cuál aterraba a otros Primarcas, además de ser muy orgulloso. Como consecuencia de enfrentar una rebelión dirigida por Luther, a quien consideraba un hermano, el planeta natal de la Legión acabaría siendo destruido y Lion fue tan afectado en la batalla que cayó en coma.
Recientemente en el milenio 42, durante las Arcas del Augurio, Lion despertó y volvió a la galaxia, pero habiendo reflexionado acerca de sus actos, se volvió más reflexivo y tolerante. Incluso, llegó a aceptar en sus filas a antiguos rebeldes de la Legión, que pertenecían al bando de Luther.
Jaghatai Khan
Los Dioses del Caos afectaron en el destino de los Primarcas, excepto con Jaghathai, y esto en parte se debe a la intervención de Cegorach, el Dios de las Bromas de los Eldars.
Pero tambiénhay algo raro en Jagathai, pues su alma y destino estaban libres de las influencias del Caos, y porque fue el único Primarca en ver al Emperador como un igual, considerándolo un tirano más.
Las Cicatrices Blancas y el Primarca son espíritus libres que les gusta reír, guerreros en motocicletas que disfrutaban de la matanza en sus misiones y poseen una alta velocidad de reacción.
En la Herejia, la mitad de la Legión se unió al Caos y el propio Jaghatai consideró unirse, pero solo pudo mantenerse leal debido a que consideró el destino aberrante que tendrían él, su alma y la humanidad como consecuencia. La última vez que vieron a Jaghatai, perseguía eldars drukhari y por ello entró en la Telaraña Eldar. Como no se le vio salir nunca, algunos creen que fue capturado o se perdió.
Leman Russ
Russ y su mundo eran conocidos por ser salvajes, y no sólo debido a su cultura vikinga, sino también porque su semilla genética era inestable y tenía la propiedad de convertir a sus Marines en hombres lobo que perdían la razón, siendo incapaces de volver a la normalidad. Eran tan bárbaros, que el propio Russ, de forma discreta les puso reglas y tradiciones para poder regular y enfocar su salvajismo.
Aunque muchos veían a Russ como una bestia sanguinaria, en realidad sus acciones eran una actuación, en realidad se trataba de alguien frío, calculador y muy astuto, similar al Emperador Tomó el rol que su padre diseñó para él, ser su verdugo y masacrar públicamente a los mundos que se les oponían.
Su Legión, los Lobos Espaciales (también llamados “Vlka Fenryka”), fueron los únicos que no se dividieron con la invención del Codex Astarte, y se sospecha que Leman convenció a Guilliman de esto.
Russ no estaba libre de pecados o errores, ya que fue responsable de destruir el planeta Prospero y de empujar a su hermano Magnus al lado del Caos. Así mismo, fue incapaz de derrotar o redimir al propio Horus, quedando tan herido que fue incapaz de aparecer en el Asedio a Terra. Actualmente se encuentra en la Disformidad, buscando el Árbol de la Vida para curar al Emperador.
Rogal Dorn
Los Dioses del Caos tentaron a todos y cada uno de los Primarcas, exceptuando a Rogal Dorn. Su voluntad y lealtad era tal que los Dioses no gastaron ni siquiera un segundo en tratar de corromperlo.
Dorn y sus hijos, los Puños Imperiales, eran fuertes, firmes y habilidosos para la construcción. Su fama era tal, que era considerado uno de los favoritos del Emperador y fue esta la Legión la encargada de construir el Palacio Imperial.
¿Sus virtudes? Eran expertos en construir, fortificar y defender una fortaleza. Cuando aseguraban un mundo, este nunca era invadido y podía resistir todo.
Rogal Dorn parecía tener la habilidad de afectar a la Disformidad, cerrando las grietas disformes y era el único Primarca capaz de saber quién era el verdadero Alpharius y matándolo personalmente. Por raro que parezca, un defecto que presentaban era cierta lentitud en su forma de hablar.
Pese a su lealtad, lo más lamentable del Primarca y la Legión, era su estado mental. Dorn fue quien más sufrió y se culpó por las fallas en la Herejía de Horus, resultando su Legión bastante diezmada. La depresión, el castigo y el martirio eran muy reconocidos en este grupo, a tal grado que Dorn luchaba con unos guantes que inventó, los cuales eran capaces de amplificar el dolor.
El destino de Dorn es desconocido, solo se sabe con certeza que desapareció persiguiendo a las Legiones Traidores, quedando como recuerdo de él solo su puño amputado. También se sabe que fue tentado por Khorne, el Dios de la Sangre, en el Asedio a Terra y tal vez se unió al Caos, tal vez fue capturado por los traidores o tal vez cuida al imperio desde las sombras. Nadie lo sabe.
Sanguinius
Famoso por su gran poder psíquico, su nobleza y sus alas, Sanguinius representaba la divinidad de su padre. Sanguinius era muy empático y compasivo, siendo inspirador para todos y sobre todo constituyéndose en un modelo para sus hijos, los Ángeles Sangrientos.
Fue famoso por transformar a su Legión de criminales infames, a unos cultos, nobles y justos guerreros. Pese a todo, tanto él como sus Marines sufrían de una sed de sangre casi incontenible, a tal grado que llegan a devorar los cadáveres de sus hermanos caídos y secuestran civiles para beber su sangre.
Lucharía contra Horus en el Asedio a Terra, siendo asesinado en el proceso y despertando la locura en sus hijos, una nueva enfermedad que acarrearían para siempre.
Pese a los monstruosos secretos de esta Legión, son extremadamente empáticos y comprensivos entre sí, sobre todo porque siguen el ejemplo de su difunto Primarca.
Ferrus Manus
Los Manos de Hierro eran conocidos por contar una gran habilidad en la ingeniería y por poseer una vista precisa que les ayudaba con esto, a la par de ser tan extraordinaria que realizaban bombardeos exactos desde el espacio. Ferrus apreciaba dos cosas: la fuerza y la perfección.
Fueron muy cercanos y se apoyaron mutuamente en la filosofía del otro. Cuando Fulgrim quiso que su hermano se uniera al Caos, acabaron teniendo una batalla tan frenética que solo concluyó con la muerte de Manus. Se dice que el alma de Manus forma para de la Legión de los Condenados.
En vida, Manus tenía guanteletes de hierro líquido, que lo hacían incluso más fuerte y mejor en la forja. Manus amaba tanto el combate y la guerra que nunca pacificó su mundo natal e incluso incentivó las guerras, además que sus estándares de fuerza eran tan exigentes para sus Marines que resultaban imposibles de cumplir y eso los empujó a adquirir mejoras mecánicas para hacerse más fuerte.
Antes de morir, Manus se arrepintió de muchas cosas, pero sobre todo de no poder podido salvar a sus hijos de esta tóxica filosofía que les impuso y que les haría perder su humanidad.
Actualmente, la Legión está obsesionada con las mejoras cibernéticas de todo tipo, a tal grado de eliminan sus emociones y los iniciados tienen el ritual de amputarse los brazos, e incluso han sido corrompidos por el Caos muchas veces.
Roboute Guilliman
Conocida por su estoicismo, su perfecta administración y por volverse la Legión más numerosa. Cuando el Emperador encontró a Guilliman, este ya poseía un imperio de quinientos mundos y la administración de estos fue tan perfecta que no les realizó ningún cambio.
Los Ultramarines han sido los Marines más icónicos de todo Warhammer durante décadas su Primarca tienen un papel importante en reconstruir y dirigir al Imperio de la Humanidad.
Guilliman se ha desarrollado mucho como personaje, ha visto como la humanidad que estuvo tan cerca del esplendor utópico cayó a una distopía de fanáticos religiosos y cómo su padre ha quedado en un estado tan deplorable, el cuál admitió que lo veía como una herramienta. Pese a todo lo que ha vivido y sufrido, pese a no ver una solución o a esperanza, pese a estar solo…
Guilliman no se ha rendido y tiene esperanza.
Vulkan
El Primarca y la Legión de los Salamandras son los Marines físicamente más fuertes, siendo famosos por ser los mejores herreros de la humanidad y, como dato curioso, en ser los Marines más compasivos.
Son los únicos a quienes no les borran la memoria ni les cortan los lazos con sus familiares. Vulkan y sus hijos tienen ojos rojos y piel color obsidiana, lo que les da una resistencia al fuego y a la radiación, razón por la cual desarrollaron un combate enfocado en armas pirómanas de todo tipo.
A ojos del Emperador, eran su obra más perfecta, la máxima fuerza, pero conservando toda su humanidad. Vulkan también era un “perpetuo” como su padre, no envejecía y era incapaz de morir. Pese a todo, Vulkan pasó por horrores y torturas tales que se dice que sufre de estrés postraumático.
El Primarca se sacrificó en la Guerra de la Bestia, explotando con una bomba de energía orkoide, y se especula que actualmente se encuentra en la Disformidad, específicamente en el Gran Verde.
Corvus Corax
Corax y su Legión eran famosos por la guerrillas, manejando el arte de pelear de forma rápida y en las sombras. Además, eran conocidos debido a que experimentaban una profunda depresión y melancolía.
Cuando el Primarca conoció al Emperador, estaba en un momento clave, liberaba una rebelión perdida en contra del tiránico gobierno de su planeta, debatiéndose en si debía oprimir o no un botón que enviaría bombas atómicas a la capital. Su padre no vino con armas o ayuda, solo le dijo que hiciera lo correcto, cueste lo que cueste… Corvux apretó el botón.
Desde aquel incidente, Corvux se volvió alguien depresivo y melancólico, pero no sería la última vez que enfrentaría situaciones extremas. Durante la Masacre del Desembarco de Itsvaan V, la Guardia del Cuervo quedó diezmada y luego de ello trabajaría en rehacer su Legión estudiando las semillas genéticas, sin embargo, Alpharius acabaría corrompiéndola y generando aberraciones disformes.
Estas aberraciones eran sapientes y amaban a su padre, el cual tuvo que usarlas durante la Herejía, pero luego, personalmente, tendría que eliminarlas.
Luego de esto, Corvus quedó tan devastado y resentido que decidió entrar en la Disformidad, donde se convirtió en un ser disforme que estaría a la caza de los traidores y en especial de Lorgar.