Warhammer 40 000: El emperador de la humanidad  

¿Cansado de las historias optimistas? ¿Odias el cliché de una noble humanidad y un futuro brillante? Warhammer 40 000 es tu franquicia ideal, pero seguro te intimidan los cientos de historias y personajes… así que hoy conocerás al personaje más importante y épico de esta franquicia.
Publicado el 07/09/2024 a las 14:08

¿Cansado de las historias optimistas? ¿Odias el cliché de una noble humanidad y un futuro brillante? Warhammer 40 000 es tu franquicia ideal, pero seguro te intimidan los cientos de historias y personajes… así que hoy conocerás al personaje más importante y épico de esta franquicia.

¿Quién?

El Emperador de la Humanidad, es un ser humano evolucionado y el más poderoso psíquico de la humanidad, además de ser el ser más sabio de su especie.

Se desconoce su origen exacto y su nombre original, debido a que es una persona que ya ha vivido por milenios y ha sido conocido por una cantidad incontable de nombres, por no decir que al ser un político tiene el hábito de ocultar información con ciertos fines.

Es mayormente conocido por ser un filántropo que amaba a la raza humana como un padre o como un hermano mayor, siendo su mayor deseo el que prospere y llevarla a su máximo potencial, por lo cual se empeñó en iniciar una campaña de unificación en el milenio 30, pero debido a muchos factores su meta no llegó a ser completada. Actualmente el Emperador sigue vivo, pero a duras penas, en un estado similar al vegetal y en agonía constante.

Capacidades

El Emperador era físicamente el epítome del ser humano. Físicamente es el más fuerte, el mejor guerrero, con un intelecto sin igual y con conocimiento en todas las materias científicas, además de que ostenta un alma y un poder psíquico titánico e incomparable, inclusive llegando a ser capaz de ver parte de posibles futuros. Por si fuera poco, también se trata de un “Perpetuo”, es decir, un ser que nunca envejece y que físicamente es casi inmortal.

Complementando su aspecto físico, solía vestir una gran armadura tecnológica, además de una espada de fuego psíquico. Así mismo, era conocedor del idioma de los Ancestrales, el Enuncia, el cual deforma la realidad. Por si fuera poco, llegó a robar una enorme cantidad de poder de las divinidades de la dimensión conocida como “Disformidad”. Su poder era tal que podía usar sus poderes psíquicos como para iluminar la galaxia con el Astronomicón, a la par que participaba en la Gran Cruzada.

Pese a sus capacidades, no era el ser vivo más poderoso del cosmos, además que existe una gran cantidad de tecnologías y entidades del Plano Disforme que lo han puesto en situaciones difíciles.

Actualmente, cuerpo se encuentra en un estado decadente e incapaz de moverse y con su alma hecha pedazos, pero sus poderes psíquicos y su alma se han hecho titánicos luego de diez mil años, debido a que se alimentado la adoración del ser humano y a las miles de almas de psíquicos sacrificadas diariamente. Su nivel de poder actual es próximo al de un Dios del Caos, además que la Cicatriz Maledictum ha incrementado su influencia en el plano mortal. Así mismo, parece que es capaz de otorgar su poder a las Adeptar Sororitas y tiene su Legión de los Condenados.

Personalidad

El Emperador es difícil de describir a primera vista, debido a que su carácter se acomodaba a lo necesario para ser agradable al individuo con el que interactuaba, principalmente para ganarse su favor en sus planes. Alternaba entre la más grandiosa perfección marcial, sabiduría y experiencia, con defectos e imperfecciones para verse más humano. Por no decir que su propia apariencia también se acomodaba a lo necesario, siendo visto a veces como un guerrero, un sabio o un mesías.

A pesar de esta faceta un tanto manipuladora, sus planes eran sumamente nobles y humanistas, pero también era consciente de que no podría lograrlo sin trucos o ensuciándose las manos.

Acorde con su humanidad, el Emperador cometía genuinos errores e incluso podía ser cruel en ocasiones. Era arrogante, creía que solo él tenía la razón y solo confiaba en sus planes, por no decir que en algunos casos veía a sus hijos más como armas y no valoraba ciertos sucesos o lo que la gente sentía, debido a que podía ver posibles futuros y esto le impedía importarle el presente.

También era capaz de aceptar e incluso incentivar el realizar ciertos sacrificios si eran necesarios para sus planes, como: exterminar razas alienígenas pacíficas, prohibir las religiones o crear legiones de soldados bárbaros sanguinarios o sádicos torturadores.

Por no decir que servirle o ser parte de sus planes, no significaba que no podrías ser traicionado por él si creía que causarías demasiados problemas en el futuro.

Aun así, nunca mostró un sadismo particular en estos actos, e incluso trataba de mostrar piedad al hacer creer que sus víctimas lograban su cometido. Así mismo, muchas de sus maquinaciones o actos crueles pueden ser justificados si se investiga a fondo y se tiene cierta visión a futuro: la guerra con los Rangda, las oleadas de Tiránidos, la Cicatriz Maledictum o el distópico culto religioso que le harían.

En contraposición a sus facetas de autoritarismo y manipulación, en verdad era uno de los seres vivos más humildes de la galaxia, ya que no tenía un interés real en gobernar a la humanidad por la eternidad o en vivir con lujos. Su plan original era que los humanos se gobernaran por su cuenta y libres de influencias del Caos, para retirarse a verlos prosperar mientras vivía como un primitivo.

Origen

Como ya se mencionó, es desconocido el origen exacto de este individuo, por lo que hay múltiples teorías de ello: que es un Ancestral o un Demonio disfrazado, o que fue creado en un laboratorio en la Edad Dorada/Oscura de la Tecnología.

Según su versión, fue creado a partir del autosacrificio de incontables psíquicos humanos, quienes querían prevenir futuras catástrofes para su especie. Sus almas y poderes se fusionaron en una titánica alma que encarnó en un bebé, el cual dio un salto evolutivo.

Supuestamente nació en la tierra conocida como Anatolia Central, en el año 8 A.C., y que despertó sus poderes cuando su tío asesinó a su padre, reaccionándolo al matarlo en el acto. En dicho momento, vio el futuro y se dio cuenta de que la humanidad necesitaba un guía, así que se impuso la labor de serlo.

Historia Humana

A lo largo de la historia, el Emperador formó grandes imperios e hizo de figuras importantes en la historia: Jesucristo, Buda, Julio Cesar, etc., y todo ello para intentar mover los hilos de la historia, guiar a la humanidad y aprender la forma apropiada de gobernarlos, pero eventualmente dejó de intentarlo. En este periodo también llegó a conocer a múltiples humanos Perpetuos con inmensos conocimientos y poder, quienes voluntariamente decidieron ayudarlo tras ser inspirados su noble meta.

Ascenso y Caída de la Humanidad

Entre el milenio 16 y 24, la humanidad se expandió por la galaxia y llegó a su máximo esplendor tecnológico, logrando un nivel de prosperidad y avances que nunca volvería a alcanzar.

Pero eventualmente, empezó a depender demasiado de la tecnología lo que inevitablemente llevó a que las inteligencias artificiales despertaran una rebelión, dando lugar a la llamada Era de los Conflictos, la cual se prolongó entre los milenios 25 y 28.

¿Por qué el Emperador no la evitó o hizo algo al respecto? La verdad se desconoce, pero es sumamente posible que fuera un evento inevitable, algo que sucedería en esta época o un par de miles de años en el futuro. Por si fuera poco, carecía de autoridad real y el nivel de tecnología de ese periodo podría haberlo detenido o eliminado, siendo imposible evitar estos acontecimientos.

Conquista de Terra

Durante la Era de los Conflictos, el planeta Tierra o “Terra”, quedó aislada del comercio, por lo que se volvió un planeta seco con escasos recursos, pero con una enorme cantidad de armas avanzadas a su disposición. Es así como inició una gran guerra civil por los llamados tecno-bárbaros. La guerra de esta época fue tan brutal, que el propio Emperador estuvo a punto de morir muchas veces.

Fue en esta fase que el Emperador creó a sus Custodes y a los Guerreros Trueno, con los que empezó una campaña que buscaba unificar al planeta madre de la humanidad y volverlo el eje de su futuro gobierno. Así mismo, le encargó a la genetista Amar Astarte, que empezara la creación de sus hijos con su ADN y el de incontables seres vivos a partir de los 20 Primarcas, que fueron la base para crear a las 20 Legiones de los Adeptus Astartes (también conocidos como “Marines Espaciales”).

Sin embargo, antes de que el proyecto fuera completado, la madre biológica de los óvulos, Erda, fue influenciada por los Dioses del Caos y terminó enviando a los Primarcas por la Disformidad, quedando repartidos por toda la galaxia.

La Gran Cruzada

El Emperador no se detuvo por este error en sus planes, y en contraposición, aceleró el desarrollo de los pendientes: empezó a conquistar la galaxia a la par que se reencontraba con sus hijos, aunque la crianza y las experiencias de vida que tuvieron fue algo que influyó definitivamente en sus personalidades y relaciones, siendo algunos auténticos psicópatas.

Pero de entre todos sus hijos, hubo uno especial, Lorgar Aurelian quien era un fanático religioso y veía al Emperador como un dios, a pesar de que esto iba en contra de sus leyes y a que su padre pasó años tratando de convencerlo para dejar estas actitudes, afirmando siempre que solo era un ser un humano extremadamente poderoso.

Lorgar y su Legión eran muy lentos en su conquista, pero esto solo fue a peor cuando el Emperador se enteró de que en esos mundos se los adoctrinaba de adorarlo como un dios. El Emperador se vio obligado a destruir la ciudad natal de Lorgar y capital de su fe, para así dar un ejemplo de que su opinión ante la religión y que castigaría a cualquiera que rompiera la ley que impuso. Posterior a esto y bajo varias influencias, Lorgar y su Legión empezaron a adorar a los Dioses del Caos e iniciaron la planificación de la caída del Imperio de la Humanidad.

La Herejía de Horus

Entre los Primarcas, Horus fue oficialmente el primero en ser encontrado y el más cercano al Emperador. Era carismático y un líder sin igual, pero también era orgulloso, sediento de reconocimiento y aprobación ajena. Cuando el Emperador decidió retirarse a Terra, lo nombró Señor de la Guerra, una posición que su hijo no deseaba y no le dijo los motivos de que abandonara la cruzada, dejándole dudas sobre sus intenciones y la confianza que tenía en él.

Parte del plan del Emperador era incitar a Horus para iniciar una guerra civil junto a un par de Primarcas, pero lo que no estaba en sus cálculos era que usaría el poder de los Dioses del Caos o que tantos de sus hijos resultaran manipulados para unírsele.

Durante su retiro, El Emperador estuvo trabajando: la Telaraña Eldar, una red de túneles en otra dimensión. Era un medio de transporte aparte de la Disformidad, y el plan era usarla como un nuevo medio de transporte seguro que debilitaría a los Dioses del Caos, además de luego bloquear los poderes psíquicos. Sin embargo, uno de sus hijos, Magnus el Rojo, trató de avisarle a su padre de la corrupción de Horus y sin querer rompió una barrera, trayendo miles de demonios a Terra y arruinando el proyecto del Emperador. Esto inició una guerra dentro de la Telaraña, algo que mantuvo ocupado al Emperador y a sus Custodes, por lo que fue incapaz de intervenir en la Herejía de Horus.

Finalmente, el Emperador mandó a sacrificar a mil psíquicos para poder mantenerse un día afuera y enfrentarse a Horus. En este combate, Horus había obtenido un titánico poder, consiguiendo matar al Primarca Sanquinius, lo cual llenó a este con muchas dudas sobre su accionar y sobre cómo derrotarlo.

Los Dioses del Caos querían que el Emperador abandonara su piedad y ascendiera a la divinidad, para ser uno de ellos y matando a gran parte de la humanidad durante su apoteosis. Sin embargo, este acabó siendo disuadido para no hacerlo y venció a Horus como un mortal, obliterando el alma de su hijo para no que no fuera reclamada evitando que su hijo fuera resucitado.

El Trono Dorado

El Emperador detuvo la herejía, pero quedó sumamente herido en cuerpo y alma, y por si aún no fuera suficiente, tuvo que sentarse en el artefacto tecnológico conocido como el Trono Dorado, para iluminar el Astronomicón y mantener cerrada la Telaraña, además de ser convertido en un sistema de soporte vital que a duras penas evitaba que muriese. Para mantenerlo vivo, diariamente se están sacrificando mil almas de psíquicos, pero pese a ello, el Emperador no daba muestras de mejora, además de que un solo segundo en este es una agonía indescriptible, siendo roto en cuerpo y alma constantemente.

Luego de diez mil años, el Emperador ha seguido recibiendo almas, pero ahora incrementadas a diez mil por día, y pese a ello el Astronomicón ha continuado fallando. Además, el Imperio de la Humanidad quedó devastado luego de la Herejía de Horus, perdiendo una titánica cantidad de Marines Espaciales y los Primarcas desaparecieron por múltiples razones. Para rematar, la ineficiencia, corrupción, superstición y fanatismo han aflorado en estos milenios, siendo irónicamente ahora el Emperador adorado como una divinidad, pese a que siempre despreció a las divinidades y negaba ser un dios.

Para mayor ironía, entre la adoración de la humanidad y las almas sacrificadas, el Emperador actualmente está cerca de volverse un Dios del Caos. Ya no es quien solía ser.

La constante e insoportable tortura, el quiebre de su alma y el ver cómo la humanidad ha degenerado, han hecho que empiece a volverse algo distinto. Ahora es un “Emperador Cadáver”, y hace un vivo reflejo del cadáver putrefacto que representa su actual imperio. Ahora su alma está tan fracturada por la experiencia del trono, está mentalmente dividido e incluso se dice que la parte llena de bondad y amor ahora se ha separado de él, encarnando en un bebé, que ha sido llamado “Star Child”.

¿Qué planea actualmente el Emperador Cadáver?

Nadie lo sabe, pero sigue con la intención de destruir a los Dioses del Caos e incluso cuenta con el poder para intervenir con milagros, siendo sobre todo su poder empuñado por las Adeptas Sororitas e incluso tiene su Legión de los Condenados, formada por las almas de Marines espectrales demoniacos.

Es un enorme enigma y no sabemos si será bueno para la humanidad, ya que ahora es una entidad más próxima a un Dios del Caos, con una mente destrozada, un alma titánica e influenciado y alimentado por la adoración de una humanidad decadente.

En esta etapa de su vida, mucho de su amor se ha desvanecido, su mente está dividida y sus planes podrían no ser a favor de los hombres.

Aun así, la humanidad tiene esperanzas, porque sus hijos, los Primarcas Leales, han empezado a retornar e intentarán defender y reestablecer el Imperio de la Humanidad. No importa que tanto haya degenerado, no importa el estado del Emperador o que los videntes más poderosos solo vean futuros de aniquilación absoluta… mientras creas en ello: aún hay esperanza.

Comentarios
Bruno Alejandro Cordova Yotun
Bruno Alejandro Cordova Yotun
La profundidad de la narrativa y la manera en que se explora la figura del Emperador es fascinante, aportando nuevas capas a la ya rica mitología del juego. El libro nos ofrece una visión más cercana de su sacrificio y del impacto que tiene sobre la humanidad y el Imperio en su conjunto. Para los que disfrutan del trasfondo oscuro y épico de Warhammer 40K, este título es un viaje increíble lleno de intrigas, batallas y dilemas morales.