La noción de salud mental desarrollada por diversos autores en Psicología Comunitaria refiere a un intercambio cultural y un diálogo permanente en función al reconocimiento de otras perspectivas y ópticas existentess. Además, dentro de este enfoque se da énfasis a dos aspectos fundamentales: interculturalidad y género.
Interculturalidad
Por un lado, el enfoque intercultural remite al proceso en el ambas culturas, se transforman y adoptan ciertas particularidades sin perder su identidad, es decir que no solo está establecido en el reconocimiento positivo y la tolerancia de la diferencia.
Sino que el diálogo y la construcción de un encuentro permitan que las peculiaridades de cada cultura se varíen y cambien, y en el que la identidad no se verá violentada.
De este modo, una idea que va en contra de la noción de salud mental planteada por distintos autores, en lo que a la interculturalidad respecta, es el hecho de intervenir y no reconocer al otro ni hacer válido su dolencia y obviar sus necesidades. En otras palabras, no se trata etiquetar a las personas y sus características, sino darle importancia a sus perspectivas de salud mental y enfermedad y en base a este conocimiento buscar alternativas para intervención.
Género
Por otra parte, el enfoque de género parte del reconocimiento de que cada cultura o región tiene una manera particular de construir relaciones entre hombres y mujeres; por tanto, se propone desarrollar políticas y/o propuestas sociales que den cuenta de estas diferencias y especificidades. En ese sentido, el género estructura la percepción y organización, concreta y simbólica, de la vida social y por tanto se constituye como una importante categoría de análisis y reflexión.
Algunas conceptualizaciones que van en contra del enfoque de género y sus relaciones, se encuentra en las diferencias de clase que fomentan que las relaciones se quiebren, debido a que estas diferencias otorgan a un sector específico mayor acceso a una serie de servicios y oportunidades, y que se manifiestan en las relaciones de poder.
Entonces, es necesario decir que esta noción no podría llegar a desarrollarse si antes no nos despojamos del conocimiento, las estructuras previas en la que afrontamos y con las que nos desenvolvemos en nuestra realidad. Mientras nos acerquemos a la realidad del otro y la reconocemos como válida e importante, podremos dar una mirada diferente e intervenir adaptándonos a las necesidades y características humanas y socioculturales de las personas que viven en el ande de nuestros país.
Allin Kausay
El concepto de “Allin Kausay” es definido y entendido como un balance donde se busca un equilibro entre los distintos elementos del sujeto que se relacionan entre sí, los cuales se integran y son importantes en diferentes medidas. Estos pueden abarcar las áreas de la cultura, salud mental, contexto social y salud física que, integrados, pertenecen a una misma unidad en el que el cuerpo es usado como medio de expresión de sentimientos y emociones.
La leche, la madre, el cuidado del cuerpo son los elementos que dan recursos para manejar las situaciones difíciles día a día. Se observa como a partir de la alimentación y de los vínculos se van generando fortalezas; así también vemos como el trabajo se instala como un recurso y una forma de vida, no sólo como una actividad productiva que se limita a un espacio y tiempo determinado.
Con este fragmento queda claro que el concepto de “Allin Kausay” es una manera diferente y válida de cómo otras miradas perciben la salud mental en la que se otorga principal importancia al componente holístico entre los elementos que lo conforman.
Equilibrio entre sentimientos
Este nuevo concepto “Allin Kausay” se presenta como una alternativa favorable ante una nueva percepción y la manera de afrontarla, debido a que en ella se encuentran factores externos e internos del ser humano que nos permite abordarlo de manera más integral y objetiva. En donde se busca el equilibrio entre sentimientos, naturaleza, pensamientos, mitos, contexto político social, entre otras.
En este caso, el último elemento mencionado el del contexto político-social en el mundo andino en relación al conflicto armado interno y a la violencia generada por este proceso, ha marcado de manera muy intensa, puesto que existen muchas personas que viven con malestar y el dolor generados por las secuelas de la violencia.
Conclusión
Quiero centrarme especialmente en este tema, ya que a lo largo de la historia los pobladores del mundo andino han experimentado toda forma de explotación, por parte de las mineras, violencia por parte de los grupo subversivos, y abandono por parte del Estado en políticas y proyectos nacionales.
Por este motivo, es que se desprenden los sentimientos, manifestaciones, mitos que atañen y forman la cultura e idiosincrasia del hombre andino, cuya intervención debe considerar cada elementos sin perder de vista la violencia histórica a la que han estado expuesto a lo largo de la historia.