Hace unos días atrás estaba caminando por el distrito de San Boja (Lima) y observé una clase de marinera al aire libre. Quizá fuese cuestión del momento, pero me sentí tentada a ver, a detenerme y mirar la ejecución. Noté que las personas parecían estar muy comprometidas con la danza, como entusiasmadas de la música –que por cierto enamoraría a quien sea.
Era a tal nivel su pasión que sentí brevemente el deseo de estar allí, de danzar, sin tener ni siquiera muy en claro la coreografía o el movimiento. Sin embargo, imaginé que lo hacía y con algo de esfuerzo tuve que renunciar al impulso de estar allí. Caminando momento después rumbo a mi destino. Una sonrisa se había dibujado en mi rostro. La magia de la marinera había invadido mi cuerpo.
El Origen
La marinera es una danza peruana; sin embargo, su origen se presta a muchas confusiones y divagaciones. Como sabemos lo que sucede en el Perú es fruto de mezclas y mestizajes. Y no podemos excluir a la marinera de este gran grupo.
La marinera peruana tiene su origen en una multiplicidad de danzas, pero marinera en sí misma, con esa tonada que nos embelesa, que nos impulsa, sí y sí es peruana.
Durante la época virreinal, en el siglo XVII, convivían en esta tierra, españoles, africanos e indios peruanos. Los españoles tenían bailes como el Minué, la Cuadrilla, el Rigodón, que se caracterizaban por su gran prestancia y movimientos señoríos.
Este es el inicio de todo, pues refieren que la servidumbre india y africana imitaban los pasos de baile, pero a su estilo, con sonidos más alegres, en donde para ellos ya se daba el cortejo (pues era un baile en parejas) y el enamoramiento. Fue de esta forma que nació el Fandango.
Como sabemos las noticias vuelan, y este baile –el Fandango- llegó hasta España, en donde la Iglesia Católica como también los reyes lo consideraron una ofensa, procediendo a prohibirlo. Para el siglo XVIII, aparece el Tondero, en el norte del Perú. Este era un baile alegre, atrevido, jovial, vivaz. Es entonces que del cruce del Fandango y del Tondero nace la Zamacueca.
Estudiosos, historiadores han querido demostrar que la zamacueca tiene origen indio, de donde la palabra vendría del quechua Zawani (baile del día del descanso). Sin embargo, también aparecieron teorías que provendría del África y que el nombre vendría del Zamba Clueca.
La chilena vs. La marinera
La zamacueca, entonces es de origen peruano, ni dudarlo. Y se fue expandiendo por toda Latinoamérica, sufriendo un cambio de nombre, siendo llamado Maisito, Zanguaraña o Cueca chilena. El músico y compositor chileno José Zapiola Cortés refiere que la cueca chilena se empezó a hacer popular en el siglo XIX, cuando también la empezaron a llamar La Chilena, por lo cual Chile empezó a adaptarlo a sus costumbres, reconociéndolo como baile nacional.
Mientras tanto, el baile que se había originado en el Perú no tenía nombre, lo cual nos puso en déficit y, de pronto, nuestra zamacueca –sin nombre en ese entonces- se empezó a llamar “La Chilena”. Durante la Guerra del Pacífico entre el Perú y Chile, la marina de guerra, con una actitud sobresaliente, nos defendió y en honor a ellos.
El 8 de marzo de 1879, Abelardo Gamarra Rondó, en su columna en El Nacional, escribió el hasta aquí a la propagación de las chilenas, adoptando el nombre de marineras, justificando el nacimiento de esta como la época conmemorativa de su nacimiento la toma de Antofagasta por los buques chilenos, por la alegría de la marina cuando fueron hacia la lucha, por su balance gracioso imitando al buque que está sobre las olas, y muchos motivos más.
Marinera limeña
Composición musical: La marinera suele constar de tres cuartetas, resbalosa y fuga.
Vestimenta: Es muy elegante y sobria. Las mujeres utilizan un vestido de mangas abombadas de seda, razo o material similar que extiende hasta la altura de los tobillos. El vestido inicia en un escote discreto para continuar ceñido al cuerpo hasta las caderas. La falda tiene un vuelo amplio menor a la de la marinera norteña. El pañuelo es una pieza fundamental y el calzado usualmente debe ser zapatón con tacón alto. El peinado es un moño recogido hacia atrás.
Marinera norteña
Composición musical: Puede ser cantada o con banda de músicos.
Danza: La marinera en esta región es elegante, ágil, libre, alegre, espontánea, en el que se muestra un coloquio amoroso, en el cual la dama coquetea con picardía, astucia e inteligencia, mostrando, de esta forma, su afectividad mientras el varón galantea y conquista a su pareja.
Vestimenta: Se espera que las mujeres se vistan con vestidos típicos de la región. Además de su baile sin zapatos, para lo cual requieren entrenarse, por la diversidad de suelos. En tanto los hombres utilizan el conocido traje de cholo norteño (chalán): poncho de tela y de hilo y un sombrero de paja de ala ancha. Y el calzado de estos debe ser negro y de vestir.
Marinera (otras)
Encontramos también marineras como la puneña (se caracteriza más por su carácter carnavalesco), la arequipeña (siendo más lenta que la limeña y norteña), las andinas (movimientos más lentos, que terminan en huaynos).
Concursos
El principal concurso de marinera del país se realiza en Trujillo, desde 1960, todas las últimas semanas del mes de enero, recibiendo el nombre de Concurso Nacional de Marinera, siendo un certamen reconocido mundialmente, al cual asisten personas de todo los lugares del país.
El jurado del primer Concurso Nacional de Marinera fue el Teniente Coronel Christian Acosta Acosta, Antonio Pinilla Sánchez Concha. José Durand, Chabuca Granda, Alicia Maguiña, Manuel Mujica Gallo, Guillermo Ganoza Vargas y Luisa Ganoza de Pinillos. Y fue tan grande el éxito que a partir de esa fecha se ha realizado todos los años.
Conclusión
La marinera cuenta una historia particular. Quiero decir que no solo nos habla de lo importantísimo de la danza, sino también de nuestro descuido, dejadez, olvido. Resulta curioso pensar en que un país cercano tome el nombre de algo nuestro y lo aceptemos nosotros como suyo.
Pero por más que diga que es extraño, sigue sucediendo. De cualquier modo, la marinera ejemplifica lo bien que puede terminar la historia. Dichosos somos nosotros de tenerla. La marinera representa real y simbólicamente un verdadero triunfo.