Nuestro hogar, debido a las circunstancias por el COVID-19, se ha convertido en centro de trabajo, escuela, centro de recreación y en general, un lugar de convivencia por 24 horas seguidas, lo que ha provocado cambios en la familia; para algunos ha sido una oportunidad de poder estrechar lazos y generar mejores tratos, pero para otros ha significado rupturas y conflictos entre sus miembros.
Factores de protección
Las familias menos afectadas en su interacción han sido las que antes de la pandemia mantenían una dinámica donde predominaba la comunicación asertiva, expresión adecuada de emociones, tolerancia a la frustración, solución de problemas y una capacidad desarrollada de resiliencia.
Debido al contexto por el Covid-19 ha surgido mucha sintomatología emocional como la ansiedad, estrés o depresión, por lo que, estos factores de protección han permitido que los miembros de las familias tengas mejores mecanismos de respuesta ante las situaciones difíciles vividas en cuarentena.
Factores de riesgo
Por otro lado, hay familias que han presentado interacciones más complejas y con consecuencias negativas como son los casos de violencia entre los miembros, de padres a hijos, de hijos a padres y entre pareja. Estas situaciones se han generado debido al hecho que ya presentaban antecedentes de problemas conductuales, es decir, personas que ya tenían identificado alguna patología severa a nivel psicológico como ansiedad, depresión, conductas agresivas, alcoholismo, drogadicción entre otros.
Se ha podido identificar como factor desencadenante de la cuarentena obligatoria y todo lo que acarrea: la nula interacción social, el corte de las actividades diarias, no frecuentar a familiares, las dificultades económicas por la pérdida del trabajo, la afectación de la salud y la falta de acceso a la educación.
Investigaciones sobre la familia
Como dato importante podemos destacar las investigaciones que se han venido realizando durante la pandemia. En setiembre del 2020 se publicó un estudio sobre el ajuste familiar en la pandemia, realizada por la universidad de Valencia en España, enfocado principalmente en la relación entre padres-adolescentes y tuvieron como resultado que el empeoramiento del clima familiar durante la pandemia está relacionado a una pobre regulación emocional y poca resiliencia de los padres e hijos.
¿Qué podemos hacer al respecto para mejorar la convivencia en familia?
Si bien es cierto, los meses difíciles de cuarentena ya han disminuido significativamente, actualmente tenemos un poco más de libertad para poder interactuar con nuestro entorno, sin embargo, queda claro que se ha dado un cambio en la dinámica familiar.
Los múltiples problemas acaecidos debido a la pandemia el año 2020 en el núcleo familiar, principalmente el déficit económico por la pérdida de empleos, la muerte de familiares por covid-19, el incremento de la violencia intrafamiliar, son precedentes que requieren acciones multidisciplinarias.
Hay algunas pautas que se pueden aplicar para mejorar esta convivencia familiar:
- Tolerancia hacia las personas que tienen una respuesta diferente al estrés. Cada ser humano posee sus propias cogniciones, emociones y conductas, por lo tanto, sus respuestas frente al estrés se darán de acuerdo con estas, no exigir que imiten nuestras propias respuestas.
- Buscar apoyo en caso de violencia entre miembros de la familia. Existen diferentes instituciones que protegen a los miembros más vulnerables: niños, adultos mayores y mujeres, entre estas instituciones destaca el Centro de Emergencia Mujer (CEM).
- Establecer rutinas en casa. Usando la creatividad y colaboración de todos los miembros de la familia se podrían establecer nuevas rutinas que ayudaría a la organización mediante la participación de todos y así desarrollar la unión familiar.
- Manejar de la mejor forma posible las emociones en confinamiento. Considerados seres sociales que se influencian unos a otros, es importante detenernos y trabajar con mayor ahínco en la expresión saludable de las emociones.
Conclusiones
La familia como ente importante de la sociedad ha sido afectada por la pandemia por covid-19. Se ha podido observar en este tiempo que algunas familias han presentado factores de protección, las cuales han facilitado una mejor respuesta a las situaciones difíciles que se han presentado en los meses álgidos de pandemia. Por otro lado, hay familias que han reaccionado mas negativamente, desencadenando violencia, abandono y problemas psicológicos intensos. Debido a esto han surgido investigaciones y con esto, mucha información de ayuda y apoyo a las familias más afectadas.