Identidad nacional  

Cuando hablamos de identidad nacional nos adentramos a una tarea particularmente compleja si es que se quiere definirla o conceptualizarla en una oración o algo tangible. Sobre todo si se trata de un País con historia particularmente difícil de explicar, puesto que la misma, está plasmada en miles d...
Publicado el 29-05-2018 a las 10:35

Cuando hablamos de identidad nacional nos adentramos a una tarea particularmente compleja si es que se quiere definirla o conceptualizarla en una oración o algo tangible.

Sobre todo si se trata de un País con historia particularmente difícil de explicar, puesto que la misma, está plasmada en miles de acontecimientos, que a manera de antecedentes, dan una pauta de lo que somos ahora y no necesariamente eso mismo da completitud. De repente, solo una pequeña certeza de autenticidad, de veracidad o de identidad; si se quiere, que nos acerca.

Introducción

Para ser aún más detalloso, ponemos a juicio a la palabra criollo; tan usado hoy en día a manera de amalgamar y darle cierto sentido de orgullo, pero qué en la historia ha designado muchas cosas.

Inicialmente, fue un nombramiento utilizado hacia los hijos de personas de origen africano llamadas entonces, esclavos; luego, se llamó así a los descendientes de españoles que tenían sentimientos de nacionalidad subversiva, y por ultimo su significado actual es, Limeño o costeño, o cualquiera que sea costumbrista (Salazar, 1964).

Su significado también es sinónimo de ambivalencia según Portocarrero, pues en muchas ocasiones, un criollo, significa amable, pícaro, que tiene carisma, ingenio, creatividad, resultando para los peruanos lo entrañable, lo que nos identifica, sin embargo, en palabras del mismo Portocarrero, para los mismos peruanos, ser criollo es sinónimo de lo repudiable, lo abyecto; si se dice que es una criollada.

Identidad nacional

Seria lejano analizar esto, pero justamente con estos ejemplos, queremos propiciar un marco interpretativo en cuanto a identidad, sobre todo de identidad nacional o a ese ser peruano que hoy se define. Así de ambiguo ha sido la historia del Perú, y estos son solo ejemplos de términos de los cuales podemos decir algo de los peruanos.

En cuanto a actos, podemos decir que los hitos históricos como los inicios de la república y la guerra, políticos como el caudillismo, el militarismo, el terrorismo, económicos como la corrupción que inició la república, o las migraciones y el centrismo limeño, poetizado y divulgado por Valdelomar.

El Perú es Lima y Lima es jirón de la unión también han construido el ser peruano. Por ello, en lo que todos podemos concluir es que hacer esta tarea o siquiera intentarla es una labor muy ambiciosa y confusa en sí misma.

Historia

Empezaremos hablando acerca de cuatro momentos o llámeselos hitos históricos, acontecimientos, cuatro herramientas generacionales que, a mi criterio ayuda a comprender qué es lo que realmente somos, debido a que son momentos fundamentales de la vida de los seres de este territorio.

A veces, es inevitable hablar de que es realmente ser peruano, no solo haciéndose la pregunta que es ser peruano, sino preguntándose que estaba aquí antes de que este territorio se bautizara metafóricamente y políticamente como Perú. Y pues drásticamente, viene a la mente la cultura indígena, pre-inca, inca, puesto que ello fue y siempre será lo primero, el origen de toda nuestra existencia.

Es inevitable preguntarse, si en verdad esto, a priori, nos identifica a todos y cada uno de los ciudadanos. Hoy responderían que si porque es lo nuestro. No obstante, desde el inicio se hizo todo, y cuanto digo todo, es todo, para censurar nuestros orígenes, así es como llega el primer momento, la conquista.

La llegada de los españoles, marco profundamente el acceso a un mundo jamás antes visto por las personas que aquí residían, cambiaron todo, del politeísmo a la iglesia, de un trabajo comunal al autoritarismo virreinal y quisieron a toda medida eliminar esta forma de vivir.

A los indígenas, los miraban desde que llegaron con una lógica de dominación, como seres inanimados, mundanos que tenían que ser reformados para bien o para bien, ese era el camino para formar a los futuros peruanos de esas primeras vivencias.

Entonces 300 años de presencia española, no pasaran desapercibido en lo que seguirá después, percibidas aun cómo sombras que acompañan a toda sociedad post colonial y por tanto, eso es materia para forjar una identidad colectiva o personal sobre nosotros mismos.

Seguido está el inicio de la república, una civilización controlada por la clase social, dividida en toda su estructura. De esta manera lo describe el Barón de Humboldt citado por Bondy:

“En Lima mismo no he aprendido nada del Perú, ahí nunca se trata de algún objetivo relativo al reino. Un egoísmo frío gobierna a todos, y lo que no sufre uno mismo no da cuidado al otro.”

La república inicial trajo consigo la tan esperada ansia de libertad y autonomía pero al mismo tiempo trajo la herencia colonial la desigualdad, la identificación con el poder, con el que está arriba destronando todo a su paso.

Gonzales Prada, divulgo una aguda crítica, refiriéndose a demás de la derrota en la guerra, a una herencia de las que las nuevas generaciones posteriores tendrían que sufrir el error de forjar una nación como la vivida en esos tiempos.

“La mano brutal de Chile despedazo nuestra carne y machaco nuestros huesos; pero los verdaderos vencedores, las armas del enemigo, fueron nuestra ignorancia y nuestro espíritu de servidumbre”.

Luego, en el futuro llegaría el terrorismo y antes la migración del campo a la cuidad, procesos históricos sociales demográficos que de todas las formas marcaron un acercamiento a lo que es el Perú ahora. Hasta aquí solo hemos dedicado a las palabras nombres para establecer momentos, sin embargo nos olvidamos de un valor subjetivo muy importante:

¿Qué es eso que sentimos cuando nos preguntan qué es ser peruano?

Pues ahora respondemos que, en mayor sentido ser un peruano tiene que ser una construcción que nazca desde el interior, porque lo histórico; puede o no identificarnos en algún menor o mayor grado, pero lo que en realidad debe ser único y propio debe venir de algo universal, ya que son muchas cosas las que nos diferencian y nos han mantenido así desde los inicios.

Sopesando la explicación ambigua en si misma cuando nos decimos a nosotros mismos que somos de distintos lados e investimos distintos trajes. Me hace preguntar si para definirnos hay lugar para la arbitrariedad misma de nuestras condiciones históricas sociales y juntas con nuestras contradicciones.

Eso que nazca desde el interior, me queda corto cuando escucho hablar a la sociedad de la selección de fútbol y de la gastronomía como representación de la peruanidad. Incluso, cuando se habla de la peruanidad misma cuando siento que la abundancia en pluralidad cultural coexiste con heridas del pasado que se solapan en el día a día del peruano;

y que más bien, sin darle una connotación pesimista, confrontan, se repiten cuando queremos construir algo. Sin embargo, peco de ambiguo cuando digo que la arbitrariedad de nuestra historia confunde, tal vez, es permisible pensar que, desde allí podemos ver algo que se desconstruye y construye.

Bibliografía

  1. SALAZAR, S (1964) “Lima la horrible” Fuente editorial: Lapix editores, tercera edición
  2. PORTOCARRERO, G (2004) “la transgresión como forma específica de goce del mundo criollo. 
Comentarios
José Pérez Reyes
José Pérez Reyes
Hay muchos factores que nos definen como peruano, con nuestra historia y con nuestro presente, podemos sacar conclusiones de lo que se siente ser verdaderamente peruano.