Época del vacío, apuntes sobre la felicidad efímera  

En la sociedad actual, todo gira alrededor del “sí mismo”. Esto es posible observar, por ejemplo, en las redes sociales, a través de las cuales nosotros somos los principales protagonistas.
Publicado el 01/05/2023 a las 17:12

En la sociedad actual, todo gira alrededor del “sí mismo”. Esto es posible observar, por ejemplo, en las redes sociales, a través de las cuales nosotros somos los principales protagonistas. Este culto que se le rinde al mismo sujeto evidencia la pérdida de la conciencia social y el surgimiento de patologías que, hasta el momento, estaban dormidas como es el narcisismo.

El narcisismo ha desplazado entonces a la neurosis y nos ha dotado de un malestar difuso, una sensación de vacío interior y la percepción de absurdidad de la vida. Hoy en día, todos corremos del desborde de las pasiones y preferimos una cultura más light o digerible, que nos permita ver la vida con otros lentes, los del positivismo o del “todo está bien” para calmar ansiedades. Por ello, a continuación, propongo hacer una revisión acerca de por qué vivimos actualmente vacíos en esta cultura del bienestar.

Definición

Fue Lipovetsky, filósofo francés, quien planteó en su libro La Era del Vacío, publicado por primera vez en 1983, la existencia de un sociedad que se ve eclipsada por la emergencia del culto al individuo. La personalidad narcisista cobra crucial importancia en estas últimas décadas, ya que el sujeto se ha vuelto protagonista, haciendo a un lado el pensamiento y acción social.

Miedo a envejecer o morir

Algo que vemos mucho en esta era es el miedo a envejecer. Esto se evidencia en las continuas estrategias a las que se someten las personas para evitar que esto suceda haciendo uso de las tecnologías.  El rechazo y desprecio por la decadencia han ocasionado que el sujeto viva una constante angustia hacia las modificaciones naturales que sufre el cuerpo a lo largo de la vida. El miedo a morir también encaja perfectamente en esta categoría, por lo que se siguen investigando nuevas técnicas en busca de otorgarle al individuo una vida más prolongada e, incluso, una vida eterna en la tierra.

Las pasiones

Otra característica que es propia de esta sociedad contemporánea es el tener miedo a asumir y enfrentarse a sus pasiones. Ya nadie quiere sentir más de lo “suficiente”.

Los seres humanos se han acostumbrado a consumir solo lo que no les exceda, esto es propio del poco manejo que sabemos hacer sobre nuestras propias emociones.

Sentirnos excedidos genera un rechazo, ya que no sabemos cómo manejarlo. Resulta difícil exhibir también públicamente esas pasiones, ya que ya nadie quiere llorar o mostrar sus impulsos emocionales, pues ante ellos, la sociedad tiende a mirarlos con prejuicios.

Se rechaza a toda costa mostrar la propia vulnerabilidad. El sujeto tiene que verse bien sea cual sea el costo y debe compartir esa sensación de bienestar hacia los otros.

Efímero

Esta categoría es interesante, pues, aunque nada dura para siempre, esta sociedad se ha caracterizado por predominantemente frivolidad. Lo superficial ocupa un lugar importante en lo contemporáneo, ya que, en la actualidad, nada trasciende.

Podemos evidenciarlo en que todo queda en una historia de Instagram o de Facebook. Además, el contenido que se sube a las redes sociales no tiene intención de ir más allá del mostrarse y celebrar el individualismo y el propio narcisismo.

La felicidad light

La cultura del bienestar es típica de nuestra era postmoderna. Se pretende calmar ansiedades con la búsqueda de que todos estén bien. Pero ¿es en realidad esta felicidad real o duradera? Parece todo desvanecerse a medida que amanece el siguiente día.

No se trata de un tiempo en el que todo se permite, sino de un tiempo en el que la moral se encuentra sin obligación y sin sanción. Nos regimos bajo una lógica hedonista, donde lo único que importa, incluso si estamos tratando de ayudar a otro, es que nosotros nos sintamos finalmente bien. 

El concepto de lo social se ha diluido y lo que importa es el beneficio propio o calmar la propia angustia, así sea por medio del otro como causa u objeto para la satisfacción.

Conclusiones

¿Se puede hablar de sociedad si lo que existen son experiencias atomizadas? A pesar de que el libro fue publicado hace ya algún buen tiempo atrás, aún sigue vigente, pues nuestra sociedad en lugar de dar un viraje, luego de este cuestionamiento, ha empezado a intensificarse más la individualidad y el narcisismo. El narciso se convierte entonces en la figura representativa de nuestra era.

Todos en algún momento hemos ocupado ese lugar, con la intención de mostrarnos o de buscar satisfacer nuestro ego, aunque al final, incluso esa satisfacción no sea duradera. Nada permanece y, entonces, hay que volver a iniciar el recorrido de este círculo. 

Estamos vacíos, no hay mayor verdad que esa y como producto de ello buscamos hacernos de cosas que nos llenen. Pero ¿podremos llenar ese vacío? ¿Podremos mostrar lo que verdaderamente sentimos? ¿Podremos pensar en lo social sin tomarlo como excusa para calmar propias ansiedades?

Esas son solo algunas preguntas, quizá ustedes tengan otras, la idea es que entre todas y todos las pensemos…

Comentarios
Manuel Sergio Perez Mendez
Manuel Sergio Perez Mendez
Es importante reflexionar sobre las implicaciones de esta teoría en nuestra vida diaria y cómo podemos encontrar un equilibrio entre nuestra necesidad de libertad y autorealización, y la responsabilidad y compromiso con la comunidad y el medio ambiente.