Enamoramiento 

Toda una experiencia de vida la cual resulta completamente enigmática y en ocasiones nos sorprende de una manera rápida que simplemente la podemos llamar “amor a primera vista” o un “flechazo”. Cualquiera que sea la forma el fondo siempre es lo mismo, saber que somos merecedores de volver a disfruta...
Milagros Herrera Carrera
Publicado el 22-02-2018 a las 22:57

Toda una experiencia de vida la cual resulta completamente enigmática y en ocasiones nos sorprende de una manera rápida que simplemente la podemos llamar “amor a primera vista” o un “flechazo”.

Cualquiera que sea la forma el fondo siempre es lo mismo, saber que somos merecedores de volver a disfrutar esa experiencia que no solo cambia mi estado anímico sino que da inicio a diferentes procesos neuroquímicos lo que impactar en toda mi biología.

Introducción

Muchos profesionales han ido observando los comportamientos de las personas que se enamoran y recogen datos que coinciden con determinados estados de ánimo.

Una de las más frecuentes que podemos encontrar es esa sensación de mariposas en el estómago cuando vemos y sentimos a la persona querida, otras frases que se recogen a lo largo de diversas investigaciones son que el tiempo se detiene y una sensación de estar completos.

¿Será que podemos darle un significado al amor?

Creo que la respuesta es muy personal, veamos algunas definiciones:

Sentimiento de vivo afecto e inclinación hacia una persona o cosa a la que se le desea todo lo bueno. Sentimiento de intensa atracción emocional y sexual hacia una persona con la que se desea compartir una vida en común. Considero que el amor no se puede describir con palabras pues es algo superior y lo que encontramos son aproximaciones, para saber lo que significa sólo tenemos que “sentirnos” (de forma individual primero) ya que somos amor.

Ahora bien, veamos que sucede al encontrar a una persona por la cual sentimos toda esa atracción física, emocional y sexual; con la cual nos sentimos satisfechos y dejamos de hacer lo propio para estar a su lado. Esa necesidad de pasar tiempo juntos, donde las miradas se funden, simples roces y un beso me pueden llevar a un estado completamente diferente que muchos lo llaman éxtasis y otros como el mismo Nirvana.

Cuando dos seres se encuentran se inicia esa experiencia llamada “enamoramiento” la cual es una de las etapas más importantes dentro de la relación amorosa, ya que de ella dependerá la consolidación de diferentes formas en la pareja.

Dicha etapa es la pieza angular para que una relación realmente dure lo que tenga que durar, pues debemos recordar que las relaciones humanas no tienen un tiempo determinado, algunas pueden durar un año, diez o cincuenta años y otras sólo 48 horas, lo importante es la calidad del tiempo vivido el cual formará parte de mi vida.

Porque es importante aprender a enamorarme de menos a más

Algunas veces hemos escuchado  a personas cercanas cuando nos cuentan cómo se enamoraron de sus compañeros, algunos nos dicen que fue amor a primera vista, el cual lo llevó a vivir en un mundo tan idílico que se amaron tanto y literalmente corrieron en el tiempo.

Por otro lado escuchamos de personas que salieron a un bar a beber algo se gustaron, tuvieron intimidad horas después y surgió luego una gran relación amorosa.  Podemos conocer muchas historias, hoy vamos a recalcar el efecto “de menos a más”.

Esto nos dice que es importante empezar a darme y entregar de gradualmente disfrutando cada momento de esa relación, por ejemplo iniciaré tomando consciencia de que siento cuando simplemente tomo sus manos: el calor, la textura, el tamaño, lo que me transmite los dedos entrelazados y la forma en qué son tomadas ambas manos.

A medida que continúo sintiendo las aproximaciones corporales, los toques, abrazos hasta culminar en un acto sexual donde las fusiones de cuerpo y alma se vuelven sólo una. Llegar a este punto con plena atención es poder disfrutar y gozar de un momento íntimo tan sagrado como un nacimiento.

No es lo mismo enlazar las manos que enlazar dos almas…

Cuando empezamos a tener esta conciencia de plenitud en cada paso nada podrá ser igual, quizás lo podemos comparar cuando un bebé empieza gatear y luego dar sus primeros pasos y después a correr. En las relaciones de pareja, el enamoramiento es algo parecido, resulta ser muy importante no quemar etapas y poder disfrutar plenamente los diferentes momento ya sean buenos o malos.

Conocer a mi pareja sin juicios ni críticas aceptando la tal cómo es sin querer cambiar nada de él o de ella es de suma importancia, pues el verdadero amor no hace ni desea que la otra persona “sea como yo quiero”, si esto sucede ya no es amor.

El amor respeta y acepta a la otra parte tal cual es, no se victimiza ni manipula. Realmente no se debe esperar nada pues el simplemente hecho de dar se convierte en algo gratificante que llena el alma, muchas veces las dificultades empiezan aquí pues queremos ser correspondidos y recibir aquello que estamos dando en la misma medida.

Que pasa en mi cuerpo

El organismo enamorado libera sustancias químicas responsables de los típicos síntomas del flechazo (lenguaje coloquial) y también causan aquellas sensaciones de euforia y felicidad que nos invaden. Las más importantes son la dopamina, la adrenalina y la norepinefrina.

La dopamina que es un neurotransmisor que se presenta en diversas áreas del cerebro eleva nuestro deseo sexual, enlaza fuertemente nuestra mente con el placer y el objeto del deseo, además aumenta nuestra capacidad de concentración, nos sentimos más eufóricos, al igual que la norepinefrina que también es responsable que se nos quite el apetito.

Ocurre que el estado de ánimo cambia completamente pues amanece el día y mi primer pensamiento va para esa persona especial, se percibe también que frente a las dificultades se experimenta facilidad en resolverlos. Aquí sucede algo muy puntual, cuando dejamos de prestar atención a los problemas cotidianos las respuestas aparecen.

En otras palabras también se lo conoce como “soltar” o el famoso “dejar ir”.

Se inicia un proceso de cambio corporal, pues estoy más pendiente de los detalles en mi apariencia, si la ropa combina o no, los perfumes y fragancias toman un primer plano.

He observado en muchas mujeres cuando están enamoradas como cambien sus cabellos y su cutis se ve más radiante, su sustento es netamente hormonal. Hay una fuerza vital de querer hacer y sentir determinadas actividades como por ejemplo el deporte.

Observamos así que el acto de enamorarse es una de las oportunidades más hermosas donde los seres humanos pueden expresarse libremente y dar todo aquello que tienen.

Científicos de la Universidad de Oslo, en Noruega, han comprobado que el contenido en el plasma y en el suero sanguíneo de la oxitocina, conocida como la “hormona del amor” es cien veces más elevada de lo que se suponía hasta ahora.

En resumen, desde un punto de vista bioquímico, podemos decir que el enamoramiento inicia en la corteza cerebral, luego viaja al sistema endocrino y se transforma en diversos cambios químicos que son originados por las grandes dosis de dopamina en el hipotálamo.

¿Es importante enamorarnos?

Considero que sí, porque cada vez que lo hago me abro a recibir lo mejor que vida tiene para mí, dándome nuevas oportunidades. Me dispongo a experimentar roces y caricias estando dispuesto a vivir y disfrutar mi sexualidad en plenitud.

Cada vez que digo sí, estoy recordando mi propia valía y merecimiento, recordemos que somos seres sexuados y como tales necesitamos la experiencia de dar y recibir placer.

He escuchado a mucha gente decir que no son merecedoras de volver a amar, pues han tenido algún tipo de dificultad en el pasado o que simplemente no tienen esa valentía empezar pues ya han tenido de relaciones tormentosas. Es aquí cuando se debe recordar que somos seres humanos y tenemos el mismo derecho de equivocarnos así como el mismo derecho de amar. No importa si has tenido el mejor de los matrimonios y luego todo se arruinó. Es importante situarnos en el “aquí y ahora” disfrutamos de nuestra propia compañía y desde ese centro podemos decir “si” a una nueva relación.

"Las personas  ansiosas, inseguras,  con  tendencia a la depresión e insatisfacción con la vida, se vuelven más estable cuando viven una relación amorosa." Dra. Christine Finn

Merece la pena intentarlo una y mil veces no importa cuál sea el resultado, elige siempre volver a enamorarte y deja que la vida te entregue a esa persona idónea para que puedan vivir lo que tengan que vivir sin tiempo. Por tanto, es muy importante resaltar que el enamoramiento no solo corresponde a la primera etapa de la relación, la clave está en “enamorar a tu pareja todos los días”.

Conclusión

Muchos buscan mantener esa llama encendida dentro de la relación, efectivamente podemos estar pasando situaciones difíciles a nivel familiar o social, pero si trabajamos en la relación tan igual como cuidaríamos de un niño pequeño, los resultados serán positivos. Podemos disfrutar las mejores historias de amor recordando siempre que cada uno es su propio protagonista.

Comentarios
Arturo Kortazar
Arturo Kortazar
El enamoramiento se produce también porque queremos ver en la persona elegida, lo que deseamos que fuera con vehemencia y no es. Enamorarse hace desinhibirse los deseos, teniendo sensaciones profundas, las percepciones están a flor de piel y las emociones que se contagian e irradian, nos superan, y provocan que hayan intercambios de ideas, de vivencias, de sentimientos, de secretos, de besos, de abrazos, de caricias, son como unos intercambios de fluidos orgánicos, y si lo analizas bien es como una simple egolatría. Produce un estado que lo envuelve todo en un halo de fascinación, de misterio, de deseo, y la objetividad sobre las cosas desaparece, y con ello provoca un intercambio de ilusiones y reflexiones, que conduce a dar la sensación de conocer a la persona de la que se está enamorada de todo la vida, ocasiona familiaridad donde no existía, se transforman los enamorados en confidentes que surgen con comprensión y vinculación mutua. Enamorarse es la necesidad de querer ver en el otro lo que queremos ver, y al imaginar lo que vemos todo se vuelve atracción, como una necesidad de fundir nuestros deseos en la persona de la que estamos enamorados, nos terminamos enamorando de nosotros mismos. En la imaginación se encuentra gran parte del progreso, porque aquello que hay ahora, anteriormente estuvo imaginado por alguien. Tiene algo de narcisismo el enamoramiento, es un referente en el que reflejamos nuestras necesidades para evitar la soledad y que inventa espejos, en los que ver en el otro lo que creemos que somos. Es un engaño basado en la negar a los demás, en tal y como son. El narcisista cree que a nadie le pasa nada en el amor, hasta que no le pasa a él. Pero también buscar la lástima y la compasión de los demás para que nos quieran, es una forma encubierta de narcisismo. Por lo que la obsesión de creer que el enamoramiento es amor, y transformar esa creencia en hábito, que con el devenir del tiempo, termina convirtiéndose en un apego malsano con una tendencia al desprecio y la indiferencia, que no hace más que provocar sufrimiento, algo que está en nuestra mente y no nos podemos liberar de ello. La costumbre nos encadena como unos grilletes fuertemente apretados, de modo que resulta difícil no sentir dolor cuando perdemos a una persona cuya presencia a nuestro lado la dábamos por supuesta, del mismo modo que sentimos dolor al perder cualquiera de nuestros hábitos, sean cuales fueran los motivos, porque toda pérdida o cualquier añadido nos obliga a una pesada gimnasia de ejercer nuevas costumbres, y es la repugnancia de una nueva situación e identificación, por el esfuerzo que nos requiere, lo que nos hace sentir un vivísimo pesar que nos hace confundirlo con los sentimientos, es como un dolor de tener que vernos con nosotros mismos de nuevo. Enamorarse es como un terremoto que luego se apacigua al poco tiempo, supone casi siempre, subidas y bajadas como montañas rusas de entusiasmo y de ánimo, con muchas dudas sin resolver, con ilusiones desvanecidas, con esperanzas y decepciones, y con sueños no hechos realidad. Es una enorme incertidumbre. Y nadie quiere enamorarse de sí mismo, porque no se consigue nada, lo que se quiere es fusionarse con otra mitad distinta, que se echa de menos, que es especial y se hace imprescindible. Con motivo que cuando los hombres pagan por hacer el sexo, se sienten más sensibles al culminar su deseo. El amor pues, es lo que queda cuando la pasión del enamoramiento, si es que queda algo, se ha consumido totalmente. Para enamorarse se precisa además de un conjunto de aptitudes, creencias, gustos, experiencias personales, y necesidades comunes, que den posibilidades de ello, sobre todo una bioquímica adecuada que lo posibilite, es decir, que se necesita una predisposición inicial para el enamoramiento, como si ya lo estuvieramos ya antes de conocer la persona correcta. ARTURO KORTAZAR AZPILIKUETA MARTIKORENA©
Nauj Esoj
Nauj Esoj
Considero que el amor no se puede describir con palabras pues es algo superior y lo que encontramos son aproximaciones, para saber lo que significa sólo tenemos que “sentirnos” lo mejor de todo es que es cierto muchas veces nos sentimos tan ligado a nosotros que cuando conocemos a nuestra contraparte es como conocer otra parte de nosotros oculta gracias por el tema !!