El Señor de Los Milagros  

Todos tenemos una historia que contar. Y con esto me refiero a historias que involucran nuestras experiencias seguramente cargadas de muchas sensaciones y emociones. Posiblemente, algunos también tienen algo que decir respecto a algún suceso extraordinario, sobre algo inesperado pero deseado, hablo de algún milagro.
Publicado el 11/04/2021 a las 14:00

Todos tenemos una historia que contar. Y con esto me refiero a historias que involucran nuestras experiencias seguramente cargadas de muchas sensaciones y emociones.

Posiblemente, algunos también tienen algo que decir respecto a algún suceso extraordinario, sobre algo inesperado pero deseado, hablo de algún milagro. Estos acontecimientos que nos marcan y que parecen responder a fuerzas mayores a las nuestras.

Introducción

Si es que no nos ha sucedido a nosotros, es muy probable que lo hayamos escuchado en algún familiar cercano, amigo o por las historias que las personas traen, la clásica: “un amigo de mi amigo me contó”.

Sea cual sea el modo que hayamos tenido la cercanía con esta experiencia, así haya sido vivir un momento de extremo dolor con algún pariente o en nosotros mismos; o así simplemente hayamos deseado con todas nuestras fuerzas un cambio de algo o de alguien, aunque parezca ya cliché decir esto –sin quitarle su carácter verídico-: Los milagros parecen existir.

Frente a esto me posiciono y les invito a dar una mirada a este artículo, sobre el principal representante, la imagen alusiva a este tipo de sucesos. Veamos sobre El Señor de los Milagros.

Origen

El Señor de Los Milagros, símbolo de peruanidad, es la imagen más exacta que responde a todos aquellos acontecimientos asombrosos o extraordinarios, es decir, a los milagros. El Señor de los Milagros es una imagen venerada que representa al Cristo crucificado.

En el año 1650, los esclavos africanos se agremiaron y formaron su cofradía en la zona de Pachacamilla, en el exterior del centro histórico de Lima. Dentro de la cofradía, en una de sus paredes de adobe de galpón, el esclavo Benito Angola pintó la imagen del Señor de los Milagros a pedido de sus hermanos de dicha cofradía –según relata el investigador José Antonio Benito Rodríguez.

Esta imagen fue pintada en una pared tosca, de acabado imperfecto. Además, el pintor Benito Angola no tuvo estudios de pintura; sin embargo, llevó a cabo su obra con mucha devoción a Cristo. Quizá esta devoción con la que se constituyó la imagen fue lo más importante, pues como veremos en las siguientes líneas la imagen pudo haberse destruido en cualquier momento, no obstante jamás sucedió.

Historia de la resistencia

Años después de la génesis de la imagen, ocurre el terremoto del 13 de Noviembre de 1655 a las 2:45 pm en Lima y el Callao, donde templos, mansiones, casas e incluso dentro del mismo local de la cofradía se cayeron paredes, ocasionando víctimas mortales y damnificados.

En contra de todo pronóstico, la imagen pintada por el esclavo africano no se cayó, la pared estaba intacta, incluso sin algún tipo de resquebrajamiento.

El provisor y Vicario General Esteban de Ibarra dictaminó que se prohibiesen, en 1671, esas reuniones de cofradía y que se borrase la imagen entre el 6 y el 13 de septiembre.

El primero en intentar borrar la imagen fue un pintor de brocha gorda, quien al subir por la escalera comenzó a sentir temblores y escalofríos, por lo cual tuvo que ser atendido. Minutos después intentó continuar con su tarea pero tuvo tal impresión de la imagen que asustado, bajó rápidamente y dejó el lugar. El segundo hombre intentó borrar la imagen, pero algo vio en ella que decidió no raspar.

El tercero fue un soldado que subió pero bajó rápidamente explicando que, cuando había estado frente a la imagen, esta se ponía más bella y la corona se tornaba verde.

En 1684, el vizcaíno español, Sebastián de Antuñano se había dirigido a la ermita del Señor de los Milagros y mientras observa la imagen, había escuchado una voz interior que le decía “Sebastián, ven a hacerme compañía y a cuidar del esplendor de mi culto”.

En 1687, un violento terremoto golpeó Lima y el Callao, una madrugada del 20 de Octubre. La tarde de ese mismo día, Sebastián de Antuñano tuvo la idea de sacar en procesión un lienzo que era copia del mural de Cristo. Esta fue la primera procesión, de las muchas más procesiones del Cristo de las Nazarenas que se han dado hasta hoy en día.

Procesión del Señor de Los Milagros

La imagen del Señor de Los Milagros que sale en procesión es la de Sebastián de Antuñano, la del lienzo que ha sido restaurado en 1991 por los especialistas del Museo Pedro de Osma.

Cada octubre en Lima se celebra el mes del Señor de los Milagros, del Señor de las Nazarenas o del Cristo Moreno. En su homenaje, personas de todas partes del mundo vienen a esta ciudad a venerar su imagen como una muestra de fe y catolicismo.

La procesión sale desde el Monasterio de las Nazarenas el primer sábado de octubre rumbo a la Catedral de Lima para luego regresar al Santuario de las Nazarenas al día siguiente.

Luego el Señor de los Milagros recorre la ciudad de Lima los días 18, 19 y 28 de Octubre, siendo su último recorrido el que realiza el 1 de noviembre en el que la imagen sale del Santuario de las Nazarenas e ingresa al Monasterio hasta el próximo año.

Al contemplar por primera vez la procesión, puede que esta nos dé una sensación de desorganización; sin embargo, aunque no lo creamos el espacio en el que se presenta la procesión ha sido preparado cuidadosamente. En libro “El Rostro de un Pueblo. Estudios sobre el Señor de los Milagros”, Vincenzo Gratteri nos da una idea de la liberación y representación que se genera a partir de la procesión:

“Se libera un espacio físico y mental donde el encuentro y hacerse encontrar por Él. Incluso, el tráfico se convierte en un caos pasajero, destinado a ser superado lo mejor posible: las calles de Lima son ahora el espacio de representación”

Detalles sobre la procesión

El origen se remite a la Madre Antonia Lucía del Espíritu Santo, quien llega a Lima desde Guayaquil, siendo una mujer de mucha fe, fundó un beaterio de nazarenas, para quienes su hábito era morado como corresponde al color propio de la túnica nazarena.

El color de este hábito de las Madres Nazarenas es en honor a Jesús Nazareno (el que lleva la cruz a cuestas), y estas Madres utilizan el color morado antes de conocer al Señor de los Milagros. Ya después, el color morado se volvió característica de los devotos en Octubre.

Otro dato curioso es que detrás de la imagen del Señor de los Milagros llevada en procesión, encontramos el lienzo de Nuestra Señora de la Nube, el cual fue colocado el 20 de Octubre de 1747. Pedro Gjurinovich afirma que esta imagen fue pintada encima de la de la Virgen de la Merced, como confirma la restauración que se hizo del lienzo en el Museo de Osma.

Hermandad

En la actualidad la hermandad del Señor de los Milagros es una asociación religiosa integrada por alrededor de 5000 miembros divididos en 20 cuadrillas y en 3 grupos. Esta institución está direccionada por un Mayordomo general, el cual es nombrado por el Arzobispo de Lima.

Esta hermandad tiene como uno de sus principales fines difundir la celebración y la procesión del Señor de los Milagros. Estos hermanos son los que, durante el momento de la procesión, se encargan de llevar el anda a cuestas por las principales calles de Lima.

Conclusión

El Señor de los Milagros es la imagen peruana que representa a Cristo crucificado en nuestra tierra. Se le atribuye el término de Milagros porque justamente ha cumplido una función de resistencia ante las situaciones más adversas. Nos ha demostrado que ante los peores momentos de crisis uno puede seguir confiando y apoyarse en esta pared en donde él está; esa pared, que nunca se cae.

Comentarios
Karina Katherine Zegarra Oshiro
Karina Katherine Zegarra Oshiro
Patrono de la espiritualidad religiosa del Perú: Este gesto no es más que una confirmación de lo que, cada mes de octubre, no sólo en Lima, sino en el Perú, podemos constatar: que el Perú es un país religioso y mayoritariamente católico. Y que precisamente la procesión del Señor de los Milagros es la más grande manifestación de piedad católica en el Perú.