¿Quieres especializarte en algún campo pero no eres aceptado? ¿Buscas trabajo y estás cansado de que te cierren las puertas? ¿O acaso estás emprendiendo un negocio propio, pero como no obtienes buenos resultado? Si en algunas ocasiones, al primer o al segundo tropiezo, has pensado en abandonar lo que estabas haciendo, este artículo es para ti, porque, sin dudarlo, el éxito es producto de la constancia.
Definamos éxito
La RAE define éxito como: “resultado feliz de un negocio” o “buena aceptación que tiene alguien o algo”. La palabra éxito proviene del latín exitus, que significa “salida” “término” o “resultado” y fue registrada en castellano en 1732 y ha ido evolucionando hasta su significado actual que es “resultado feliz”.
Psicología del éxito
El éxito no es necesariamente riqueza y fama, pero sí una vida que se proyecta a la felicidad o tranquilidad. Sentir que un proyecto avanza ya debe ser considerado como un “resultado feliz”.
Ir contando los avances, de uno en uno, está asociado al éxito. El éxito se encuentra asociado al sentido (como ya explicaremos más adelante), es decir, hay que saber también cuándo desistir de una actividad si es que esta no nos motiva o si solo fue resultado de un impulso.
Cuándo lo alcanzamos
Luego de esos tropiezos, que seguro los tendremos, el éxito se alcanza, pero, en contra de lo que solemos pensar, no lo conseguimos sino que se nos lo otorga a partir de aquello que hacemos y que se considera útil para la sociedad.
Lo que trato de decir es que el éxito se logra solo cuando se le otorga un sentido, que bien como explica la escritora Bettina Gallego, el éxito es “consentido” y lo podemos contemplar como realizable.
Entonces, el éxito es resultado de aquello que hacemos y tiene un efecto de importancia en el otro, por lo que debemos persistir en nuestro sueño hasta que este le resulte significante al otro.
Probablemente, tardará un tiempo hasta ver buenos resultados y también es importante saber cuándo es tiempo de iniciar un nuevo proyecto pues seguro el que estamos llevando a cabo no va en la línea de nuestra personalidad o anhelo.
Sentido y bienestar
Pero qué es el sentido. Podemos pensar que el sentido está asociado a lo existencial, a aquello que otorga significado a nuestra vida y por lo que queremos salir adelante.
Muchas veces podemos encontrar este sentido en las cosas del día a día; sin embargo tenemos la creencia irracional que solo las cosas grandes nos dan sentido y que, por ende, el éxito solo tiene lugar con las cosas grandes con sentido.
Lo primero o a lo que deberíamos apuntar es a la tranquilidad, es decir, si encontramos un trabajo o emprendemos un negocio en el que nos sintamos a gusto es ya un buen derrotero que estamos en el camino correcto. Por supuesto, que se pueden presentar impases, pero como estamos en el lugar indicado podremos superarlo.
La constancia
Ahora bien, si sabes que estás por el camino adecuado, pero aún así no obtienes los resultados esperados, no desesperes, porque el éxito es producto de la constancia.
Quiero decir, el éxito en su sentido de resultado “final”.
Persistir en nuestros sueños es necesario, pero debes demostrar que de verdad lo quieres e insistir en eso que tanto deseas. Puede que hayas fracasado a la primera, pero reinvéntate e inténtalo de otra forma o en otro espacio. La clave es no rendirse, NO tirar la toalla.
Todos tenemos fracasos pero esto no es algo negativo, sino que más bien nos sirve de aprendizaje.
Ahora bien, si ya aprendiste, debes seguir insistiendo pero con sentido, ¿eso es lo que en realidad quieres? Entonces, la vida se encargará del resto, ¡pero a persistir!
Conclusiones
Dicen que no rendirse es la clave del éxito, pero solo esto es realidad cuando asociamos el éxito al sentido. Quizá sea adecuado antes hallar ese sentido, ¿qué es lo que quieres hacer? ¿Estarías dispuesto a renunciar a algo por ello? Si la respuesta es sí, entonces, sigue adelante, no desistas.