Carcassonne se ha convertido en todo un clásico de los juegos de mesa, habiendo cautivado al mundo entero por su sencillez y por la novedad que supone cada partida. Este cuenta con una mecánica que puede resultar peculiar: ¡no hay tablero al empezar la partida! Mediante la colocación de losetas los jugadores construirán caminos, ciudades y monasterios, y, cuando se acaben las losetas, el jugador que tenga más puntos ganará la partida. Cread entre todos una región que siempre será distinta; llenadla de caballeros, monjes y bandidos.